Llegada y estancia de Gabriel García Márquez en España


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Cuando se habla de escritores latinoamericanos de relevancia, es imposible no nombrar a Gabriel García Márquez. Sus textos han contribuido no solo con la cultura de la región, sino que también han sido una presentación al mundo de la identidad latinoamericana, sus mitos y tradiciones. El 6 de marzo se cumple el aniversario número 90 del nacimiento de este brillante escritor y periodista. En esta nota te contamos sobre su vida y obra, y la importancia que tuvo en las letras latinoamericanas y las corrientes literarias de su época.

¿Quién fue el Gabo?
 
Su nombre completo era Gabriel José de la Concordia García Márquez y nació en Colombia, el 6 de marzo de 1927. Se lo conoce popularmente como Gabo o Gabito (diminutivo de Gabriel).

Gabo se crio con sus abuelos, quienes lo influyeron en su crecimiento e inclinaciones como nadie. Según una descripción del propio autor, su abuela fue una mujer imaginativa, que le narraba cuentos de fantasmas y premoniciones. Ella, al igual que su marido, fueron desde su niñez su principal inspiración por su manera de contar historias fantásticas, como si fueran parte evidente del mundo real.

El autor se trasladó a Bogotá a estudiar Derecho, pero nunca terminó su carrera. Descubrió que su verdadera pasión era escribir, y comenzó a trabajar en diferentes medios como reportero y columnista. Ya para 1950, decidió centrarse en el periodismo y comenzó a trabajar en el periódico El Heraldo.

García Márquez, conformado ya como un hombre de letras, siguió trabajando para diferentes medios locales e internacionales donde encontró un espacio para dar a conocer sus primeros cuentos. Llegó a publicar, sin mucho o nulo reconocimiento, más de 15 cuentos, hasta que decidió publicar sus primera novela en 1955, “La hojarasca”.


Sus obras

A partir de la publicación de su primera novela, se convirtió en un autor prolífico con más de 10 libros de texto en su haber. Entre sus obras más destacadas se encuentran las siguientes:

La primera: La hojarasca; después le sigue: Crónica de una muerte anunciada.


Cien años de soledad

Publicada en 1967, es la obra más celebrada y reconocida del autor, que se transformó en el ícono de la literatura de la época y el Boom Latinoamericano. La obra cuenta la historia de la familia Buendía en la fantástica localidad del Macondo.

¿El Boom Latinoamericano?

El denominado Boom de la literatura latinoamericana fue el surgimiento de la narrativa de la región entre los años 1960 y 1970, cuando una serie de escritores jóvenes provenientes de diferentes países de Latinoamérica comenzaron a publicar novelas y cuentos donde se narraba historias sumamente conmovedoras y críticas, que cuestionaron la realidad de la época través de lo fantástico.

El surgimiento de esta corriente literaria se dio en un contexto político e histórico muy complejo, donde diferentes gobiernos dictatoriales se habían impuesto en toda la región. A partir de la Revolución Cubana, los escritores comenzaron a pronunciarse a través del arte, como medio para buscar la expresión y el cambio.

Los temas más recurrentes de sus obras son el abuso de poder, la degradación de la población autóctona, el miedo, y la represión. La novedad fue el estilo y las técnicas narrativas, como la utilización del tiempo no lineal, el tinte fantástico, los monólogos interiores y la circularidad de las historias.

Uno de los autores más representativos del Boom fue García Márquez, además de Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar y el mexicano Carlos Fuentes.


LLEGADA A ESPAÑA:

Aeropuerto de Barajas, 4 de noviembre de 1967. Gabriel García Márquez y su familia aterrizan en Madrid. Tras visitar la ciudad, alquilan un coche con el que atravesarán el desierto de Los Monegros y entrarán a Barcelona, su nueva ciudad, horas después.

"Barcelona era un recuerdo mítico -nos dijo García Márquez a finales del 2005-, en realidad fuimos por Carmen Balcells, como tantos otros, como Donoso, como Vargas Llosa, todos acudimos a Barcelona por la atracción que Carmen ejercía sobre nosotros, pero nosotros conocíamos ya a muchos catalanes, como mi maestro Ramon Vinyes".

Llegaron primero a un aparthotel en la calle Lucà, en el barrio del Putxet. Pronto abandonó aquel pied-à-terre y se instaló en el número 168 de la avenida República Argentina. El 6 de febrero de 1969 se mudaron a los bajos del número 6 de la calle Caponata, buscando más espacio. Alfonso Milá, Federico Correa y Leopoldo Pomés se encargaron del interiorismo. "Era una casa tradicional y ellos la reformaron en algo moderno, muy sesentas", recuerda su hijo Gonzalo.

En Barcelona, García Márquez experimentará una profunda metamorfosis: pasar de pobre a rico y de escritor casi anónimo a celebridad mundial. "¡Vivo prácticamente de las rentas que me proporciona mi libro!", exclamaba, sorprendido.

Los bajos de Caponata fueron punto de peregrinaje de escritores y revolucionarios de todo el mundo, sobre todo latinoamericanos.

El libro que escribió en Barcelona es El otoño del patriarca, su obra de más difícil lectura. Para algunos, además, se trata de la más autobiográfica hasta la fecha, pues su retrato de un dictador egoísta, solitario, soberbio, lascivo y ambicioso sería, en el fondo, una autocrítica del escritor mundialmente famoso al que el inmenso poder que empieza a tener le repugna y atrae al mismo tiempo. Ese dictador de ficción adquirió algún rasgo del moribundo Franco, que él tomaba de la prensa.

En aquella época también publicó los relatos La increíble y triste historia de la Cándida Eréndira y de su abuela desalmada (1972), en Barral Editores. Pero su libro de relatos más barcelonés es Doce cuentos peregrinos (1992): en Sólo vine a hablar por teléfono aparece, por ejemplo, Rosa Regàs como personaje, invitando a una pareja a navegar en Cadaqués y localizaciones en Horta y algunos locales de la Rambla y la Barceloneta. En ese libro, en Tramontana, el narrador se refiere al temible viento de la Costa Brava. También en Barcelona se concibió uno de sus libros más vendidos -diez millones de ejemplares-. Le dio a su amiga Beatriz de Moura el Relato de un náufrago, publicado por Tusquets en marzo de 1970. De Moura explica: "Él no veía ahí ningún libro. Fui yo la responsable de que ese libro existiera. Era un reportaje publicado a capítulos en Colombia y en aquella época Gabo no consideraba el periodismo algo serio". García Márquez pidió, asimismo, que su amigo Tísner tradujera al catalán su gran novela. El proyecto de Cent anys de solitudculminaría en su publicación por Edhasa en 1970, en una única edición de 2.902 ejemplares que es hoy un lujo de coleccionistas.

García Márquez hizo dos intentos de tener una segunda residencia en la playa. La primera idea vino tras un viaje de la pareja a la casa del periodista Manuel Ibáñez Escofet en la Costa Brava, quien les presentó a Josep Pla y les conminó a comprar una propiedad en la zona. Entusiasmados, alquilaron una casa contigua a la del periodista catalán, director adjunto de La Vanguardia. El segundo intento fue en Calafell, en la costa de Tarragona, donde alquilaron otra casa.

En 1975 la familia se fue a pasar un verano en México. En septiembre, decidieron que era mejor no regresar a Barcelona porque, según explica su hijo Gonzalo, "no sabían cómo sería la situación tras la muerte de Franco, que estaba agonizante. Tuvieron miedo a la inestabilidad. No se sabía qué reacción tendría el nuevo gobierno ante su novela". Plaza y Janés publicó una primera edición de 500.000 ejemplares de El otoño del patriarca, batiendo todos los récords.

A pesar de la abrupta despedida, Gabo siguió visitando la capital catalana con frecuencia, donde aún tiene un piso muy céntrico, cerca de la Casa del Libro.